viernes, 13 de mayo de 2011

Pues eso.

Qué son de esos días en los que las lágrimas no tienen significado. Son los que menos pero cómo pesan. Cómo pesa esa tristeza perdida en la ausencia de aquellos recuerdos.
Un hueco lleno de tiempo vacío. Vacío y perdido en recordar nada, Nada alimentada de tristeza.
Qué ha sido de esos días en los que era yo y no una sombra que se niega a volver. Un instrumento de cuerda, cuerdas tiesas y silenciosas que vibran sin melodía ni compás. Qué poco sentido tiene escucharlas, escucharme.
Palabras y frases sin sentido, amontonadas y dormidas. Y sólo son las diez pero cómo me gustaría poder cerrar este paréntesis y reescribirme.