miércoles, 13 de julio de 2011

Tras mucho cavilar y darle vueltas al asunto, llegó a la conclusión de que nada servía molestarse por aquella tontería; una tontería, sí. Nada más y nada menos. Y es que ¿acaso errar no es de humanos? ¿y tratar de enmendar el fallo y reconocerlo de sabios? Según ella nada había más cierto que esa afirmación… bueno, una cosa sí ‘no hay mal que por bien no venga’. A su madre esa frase hecha le parecía una estupidez pero la vida le había demostrado lo contrario, su corta vida estaba llena de casualidades y planes truncados que por cosa del destino acabaron saliendo bien. Muchos errores enmendados podríamos decir. Ella se sentía orgullosa de esos errores aunque en ocasiones se avergonzaba de ellos pero no cabe la menor duda de que la llevaron a ser como es, digamos… diferente.

Es aquí donde comienza nuestra historia, en este punto. La diferencia es lo que nos lleva a narrar los siguientes acontecimientos que, sin duda, para alguien común no serán en absoluto interesantes pero alguien que tiene la vida escrita en los ojos es capaz de apreciar. ¿Tenéis ganas de saberlo? Lo supongo, yo también las sentía y es que el gran error que la llevo a ser diferente fue desvelar su secreto, su más profundo secreto:  No sabía odiar.

Odio, sin duda es uno de los sentimientos más fuertes, justo por detrás del Amor. Odio. Ella era la persona más fuerte que había conocido nunca, sentía Amor, siempre, por todos y todo.
Quizás por eso la trataron tan mal, quizás por eso también sufrió tanto y llovieron sus mejillas, es posible que por ese mismo motivo consiguiese, un buen día, a alguien que sentía por ella lo mismo que ella por el mundo. Nunca nadie había sentido eso por ella, fue el día en el que lo encontró, un alguien diferente, como ella, que había cometido otro error fatídico, como ya dije: quererla.

El resto lo podéis imaginar, es una historia sin final y el desarrollo os trae sin cuidado. Lo que importa es el principio y estas dos últimas preguntas: ¿por qué lo diferente atrae tanto? Y ¿ cómo amar al que no puede odiar y ama a todos sin distinción?

Cuando haya final os lo contaré, no prometo que sea bonito.

viernes, 13 de mayo de 2011

Pues eso.

Qué son de esos días en los que las lágrimas no tienen significado. Son los que menos pero cómo pesan. Cómo pesa esa tristeza perdida en la ausencia de aquellos recuerdos.
Un hueco lleno de tiempo vacío. Vacío y perdido en recordar nada, Nada alimentada de tristeza.
Qué ha sido de esos días en los que era yo y no una sombra que se niega a volver. Un instrumento de cuerda, cuerdas tiesas y silenciosas que vibran sin melodía ni compás. Qué poco sentido tiene escucharlas, escucharme.
Palabras y frases sin sentido, amontonadas y dormidas. Y sólo son las diez pero cómo me gustaría poder cerrar este paréntesis y reescribirme.

jueves, 21 de abril de 2011

Hay mucho mundo por ahí. Mucho mundo soñado y ajeno a nuestra realidad, sí. Desde pequeña opiné que lo conocería  algún día, a los catorce años me daba algo de miedo aunque me tentaba y ahora lo único que deseo es marcharme, dejar todo atrás y conocer, conocer todo aquello con lo que soñé, sin ataduras de ningún tipo.
No valgo para mucho pero ‘mucho’ me sirve para ser feliz ¿por ejemplo?, un atardecer en una terraza parisina (carísima por cierto),  un paseo mañanero por Moscú o quizás un café de Starbucks en Seattle. Quién sabe, leer el periódico mientras se hace el té en la soledad de mi loft alquilado en el centro de Dublín el día de San Patricio (mi cumpleaños) no tiene por qué ser del todo imposible, ¿no?
Ya, ya sé que es improbable… pero esos pequeños grandes sueños que tengo quince, puede que veinte minutos al día hacen que me embargue una extraña y placentera felicidad. Qué narices, muchos somos así, distantes y abstractos soñadores, irrevocables y felices, sufridores de la realidad diaria que se presenta ante una cerveza en el primer cuchitril en el que te metes con tus amigos. Observadores de la salvaje Naturaleza o la bella obra del Hombre, emocionalmente digamos, confusos. Seguro que me entendéis. ¿Similares al ruidoso aunque invisible viento? Capaces de mover el mundo entero con un solo suspiro, aliviar una calurosa tarde de un hombre que trabaja en el campo, atemorizar a un niño que no concilia el sueño en la oscuridad de su habitación o crear una nota musical salida de una flauta travesera y desaparecer…
Quizás es desvariar demasiado ya. Qué más da, seguro que (inventando estadísticas) una de cada cuatro personas de las que lean esto se siente identificada.
¿Saben qué? Muchos se pasan la vida buscando la felicidad en el día a día, en encontrar a aquella persona que les complementa o mantenerla, en rezar pidiendo entradas para el próximo concierto de Lady Gaga… ( para qué seguir poniendo ejemplos, hay mil) si lo más fácil, lo tengas todo o no tengas nada, es conseguir lo que desees aquí dentro (señalo la cabeza de madera), en soñar e imaginar. En sacarle una sonrisa a alguien con una broma y pensar que en ese mismo instante, en la otra punta del mundo otra persona, quizás de tu misma edad esté bromeando con otra que sonríe como una boba ajena a cualquier problema, a cualquier otra realidad y que agradezca ese momento.
Sería bonito viajar y observar si hay un mundo más allá, otro mundo más allá en los ojos de una triste oficinista del Norte de Europa o un taxista del centro de Japón. Descubrir si el mundo está realmente acabado o quizás, que seguro que sí, quede Esperanza

domingo, 27 de marzo de 2011

De acertijos y demás misterios.

Adivina adivinanza...
Si observas el cielo,
si cuentas los rayos que caen y
los agujeros que dejan en el suelo.
Si tras los dedos de tus manos miras
y un sordo grito lanzas al infierno,
lastimero, tembloroso, ingenuo y fiero,
podrás de algún modo adivinar
cómo mi mellada alma vaga por este cuerpo mío,
dolorido y quebrado aunque entero.
Cómo este sufrimiento olvidado
en ocasiones, si no es cierto,
ha sido partido en dos,
aislado en una caja de vidrio
gélido y transparente como el hielo de diciembre.
Adivina adivinanza...
adivina cómo me siento.

viernes, 25 de marzo de 2011

Verónika decide morir, Paulo Coelho



''¿Qué es lo que hace que una persona se deteste a sí misma? Quizás la cobardía. O el eterno miedo de equivocarse, de no hacer lo que otros esperan.''

miércoles, 23 de marzo de 2011

Xogos, xoguetes e impresentables.

Non se xoga coa vida dos demáis , non se xoga coa vida dos demáis , non se xoga coa vida dos demáis ...

porque ...

porque non é un xogo. NON SON UN XOGUETE.
Quizás lo que más me fastidia de no haber conseguido esta vez dejar de fumar no sea el propio hecho de la recaída sino que ya vayan cuatro personas en el mismo día que me digan que las he decepcionado.
Me siento bastante incomprendida, sé que es estúpido. Lo sé.
Quizás sea una entrada sin sentido para muchos pero es que de verdad... se me están juntando demasiadas cosas...
cosas del pasado que perduran, cosas del presente y cosas, cosas simplemente que me atormenta que pasen.

Supongo que el tabaco, como el amor, va acabando conmigo poco a poco aunque por lo menos en el camino me hace sentir bastante bien.